IIRSA Sur: 20 años uniendo al sur del Perú y llevando progreso a Madre de Dios

La carretera interoceánica transformó la vida de miles de familias al dinamizar la economía, abrir mercados y acercar servicios básicos a las comunidades.

En el marco de los 20 años de la concesión de la IIRSA Sur, un reciente estudio elaborado por la consultora Maximixe confirma que esta carretera ha sido clave para el desarrollo económico y social de la macro región sur, con impactos directos en Madre de Dios.

La vía, que une la costa de Ica con la selva de Madre de Dios y conecta al Perú con Brasil y Bolivia no solo mejoró la transitabilidad y redujo los tiempos de viaje en más del 40%, sino que también se convirtió en un motor de oportunidades para el comercio, la agricultura, el turismo y los servicios.

Más empleos y mejores ingresos

Según el estudio, la IIRSA Sur generó en promedio 136 mil empleos anuales en el país, de los cuales más de 90 mil corresponden a la Macrorregión Sur. Esto significa que miles de familias encontraron en la carretera un camino hacia mayores ingresos y mejores condiciones de vida.

Crecimiento de las exportaciones

Las exportaciones en el sur del Perú se cuadruplicaron desde el inicio del proyecto, alcanzando en 2022 los US$ 23,954 millones. Para Madre de Dios, la carretera ha significado la posibilidad de conectar productos locales con mercados nacionales e internacionales, facilitando la llegada de más clientes y compradores. Es como abrir una gran ventana al mundo para los productores de la selva.

Acceso a servicios y calidad de vida

Más allá de la economía, la IIRSA Sur permitió acercar servicios básicos como educación, salud y electricidad a comunidades antes aisladas. Gracias a la reducción del tiempo de viaje, hoy los pobladores de Madre de Dios pueden trasladarse más rápido para atender emergencias médicas o acceder a oportunidades educativas.

Una inversión que sigue dando frutos

Hasta 2022, la concesionaria invirtió más de S/ 6,933 millones en la construcción y mantenimiento de la carretera. Esta inversión no solo se tradujo en infraestructura moderna, sino en más comercio, mayor competitividad para las empresas y nuevas inversiones en la región.

A dos décadas de su concesión, la IIRSA Sur demuestra que una carretera puede ser mucho más que asfalto: es una vía de integración que ha permitido que Madre de Dios y todo el sur del Perú den un salto hacia adelante. Como señala el estudio de Maximixe, sus beneficios económicos y sociales se reflejan en más empleo, más oportunidades y una mejor calidad de vida para la población.